EE.UU.- Las regulaciones gubernamentales impiden estudios bíblicos , pero esta historia es aún más sorprendente y complicada que los otros casos. Miguel Salman, que vive en Phoenix, Arizona, ha sido condenado a 60 días de cárcel y a pagar una multa de 12.180 dólares y concedido tres años de libertad condicional por negarse a dejar de acoger estudios de la Biblia en su casa.
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